En un mercado de trabajo con un exceso de profesionales y una extinción de los “antiguos empleos”, es imprescindible diferenciarse para seguir “sobreviviendo”. Crear una marca personal (personal branding) es la mejor estrategia para ser un actor dentro del mercado de empleo, que cada vez es más global y complejo.
Crear una marca personal no es otra cosa que conocernos poniendo en valor las competencias y características que nos hacen sobresalir, para de esta forma, ser percibidos sólidamente y tener repercusión.
La marca personal es un concepto que surgió en EEUU hace más de 20 años. En estos últimos años ha llegado hasta nosotros sobre todo en el área de los recursos humanos, fomentado por la formación en las escuelas de negocio, y posteriormente las redes sociales. Son éstas las que han actuado como catalizadores para difundir este concepto con mucha fuerza en la globalidad de ámbitos.
La marca personal significa “construir nuestro propio marketing”, mejorando y aumentando nuestra notoriedad en el mercado laboral. Una buena y trabajada marca personal va a pasar de ser una ventaja, hoy ya indiscutible, a ser algo bastante habitual y con ello, prácticamente un requisito indispensable, en el momento de postularnos a nuevos horizontes profesionales.
Crear una marca personal no es otra cosa que conocernos poniendo en valor las competencias y características que nos hacen sobresalir, para de esta forma, ser percibidos sólidamente y tener repercusión.
¿Cómo puede ayudarme en la búsqueda de empleo?
Una buena y trabajada marca personal es la “tarjeta de visita” más efectiva si estás buscando empleo, ya que por un lado estás publicitando activamente todo lo que te gusta hacer, pero al mismo tiempo, estás dejando “registros” de todo lo realizado.
La marca personal te proporciona ventajas competitivas y diferenciadoras, ya que te permite ser visible y posicionarte entre los profesionales con más notoriedad de tu sector. Pasas a ser “un candidato” para los consultores de selección y por ello las posibilidades crecen. Sin duda, hace que seas tú quién focalizas y pilotas las posibles ofertas derivadas de una demanda “provocada” por tu pro actividad y notoriedad.
Una marca personal potente hace mucho más viable plantearte, con muchas posibilidades de éxito, una fórmula de autoempleo (algo que está creciendo y que lo hará con más fuerza en un futuro). Esto te permite focalizarte en los temas que verdaderamente te atraen y a veces representa, la puerta de entrada a proyectos por cuenta ajena.Una buena marca personal genera mayor reputación y claramente las oportunidades crecen exponencialmente.
En un mercado tan VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) una buena marca personal no te garantiza ni el mejor empleo ni la mejor empresa para trabajar, pero te posiciona sin duda en las “listas” de los consultores de selección y de esa forma, puedes optar a ello.